Internet es una herramienta de doble filo: sus
beneficios potenciales aumentan a medida que crecen los riesgos que toma el usuario.
Sin embargo, no todos sufren por igual y la desigualdad también se cobra víctimas
en el ciberespacio. Otra historia en la que educar es el camino para acortar la
brecha.
Cibervictimización es la palabra que los académicos
encontraron para definir de forma genérica lo que provocan los delincuentes
virtuales al emboscar al usuario para que colabore con la estafa de sí mismo,
robarle sin que lo sepa o acosarlo.
El concepto abarca el recibimiento de correos electrónicos abusivos u
obscenos, archivos infectados, ofertas de productos engañosos, usurpación
virtual de su tarjeta de crédito, solicitud de información bancaria,
redireccionamiento involuntario hacia sitios pornográficos y el más mediático de
los métodos: el hostigamiento en línea o cyberbullying.